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El FMI y la taxonomía mexicana

El FMI y la taxonomía mexicana
El FMI y la taxonomía mexicana

REUNIONES DE PRIMAVERA: Con los objetivos que les dieron origen, ordenar los esfuerzos mundiales para poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida, por cierto de muy poco alcance desde su fundación en Bretton Woods (1944), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han celebrado, del 10 al 16 de abril, su Reunión Anual de Primavera en la ciudad de Washington, D.C.

Este año con especial énfasis a las consecuencias de la pandemia, de la guerra en Ucrania, y del creciente
endeudamiento, sin logros consecuentes, del 45% de los países del mundo. El presidente saliente del Banco Mundial, David Malpass (norteamericano) y la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Ivanova Gueorguíeva (búlgara) lanzaron sus diagnósticos, los mismos de siempre, con las agravantes mencionadas y señalaron que la mayoría de los países en vías de desarrollo cada día deben más y crecen menos. La política mata a la economía. No hay bienestar.

Algunos de estos países ya enfrentan una aguda crisis que se refleja en mayores solicitudes de apoyo, impagos y problemas sociales consecuentes. Resaltaron los casos de Egipto, El Salvador, Ghana, Líbano y Argentina. Todos con deuda que supera el 100% de su Producto Interno Bruto y todos con grandes problemas sociales. Por cierto “gracias” a la sequía más intensa del siglo, Argentina logró, justo ayer, una renegociación del pago de 600 millones de dólares al FMI y un crédito adicional, inmediato, de 200 millones de dólares, habrá que estar pendientes de su evolución, o involución.


EN EL OJO DEL HURACÁN: En un segundo nivel, pero con preocupación creciente,
se señaló que hay países cuya creciente deuda los puede llevar a una “década perdida”
de desarrollo y se les solicitó impulsar reformas que deriven en crecimiento y disminución
de la pobreza. En este listado se encuentran: India con una deuda de 512,866 millones de
dólares; Brasil (606,485 millones de dólares); MÉXICO (605,700 millones de dólares); Rusia
(481,418 millones) y Turquía (435,451 millones).

Todos ellos con deudas crecientes superiores al 50% de su PIB y, lo preocupante, sin crecimiento económico que vislumbre la generación de recursos para aminorar sus pasivos.

Para América Latina, en general, el Fondo y el Banco generaron un documento con cuatro recomendaciones (al África Subsahariana le hicieron 20) en una suerte de guía económica para resolver los “nuevos diagnósticos” sobre la problemática que enfrentan. Lo malo es que son “recomendaciones” y seguramente se cumplirán como las “llamadas a misa”.


Éstas son: 1. “Los bancos centrales no deben flaquear en su lucha para reducir la inflación, que exigirá esfuerzos denodados”. 2. “La política fiscal tendrá que hacer énfasis en el gasto social para ayudar a los pobres y al mismo tiempo en reducir la deuda pública.


Para alcanzar estas metas será necesario movilizar ingresos de una manera progresiva, favorable al crecimiento y equitativa”. 3. Construir mayores redes de protección social en la región, para la asistencia social productiva y 4. Realizar cambios de políticas más profundos, son necesarios para mejorar la productividad, promover la inversión y facilitar la creación de empleo.


Propuestas tan sencillas que seguramente solo Paraguay, Uruguay, Chile y, quizá Colombia, cumplirán.
MÉXICO, PRESENTE: El Secretario de Hacienda de los Estados Unidos Mexicanos estuvo presente y su participación fue toda una sorpresa, quizá para su propio jefe, señaló que “México está trabajando en una estrategia de financiamiento sustentable que incluye una taxonomía sostenible, que es la primera de su tipo en el mundo… con ello, dijo, se podrá “tomar ventaja de los cambios en el comercio global y los modelos de producción para impulsar inversiones que aumenten la capacidad productiva del país”.

“Los principales objetivos de la taxonomía sostenible son: migración, adaptación al cambio climático y equidad de género”. Concluyó. Difícil de entender y de explicar, sobre todo a quien le costó trabajo decir
“circunscripción”. Ahora le tienen que explicar que tiene una estrategia taxonómica que
en realidad no lo es. Tan fácil que pudo decir “una estrategia ordenada” (de eso trata la taxonomía) y evitar dos señalamientos equivocados. Si bien la taxonomía es una clasificación jerárquica de conceptos o elementos en una disciplina específica, casi siempre relacionada con la biodiversidad, se puede emplear en las ciencias sociales y económicas, pero siempre en forma ordenada. No hay una relación taxonómica directa entre migración, adaptación al cambio climático y equidad de género, ya que son conceptos diferentes que se refieren a diferentes aspectos de la sociedad y del medio ambiente. Pudo señalar un enfoque de sistemas y no exhibir lo que no existe.
Adicionalmente, señaló que esta “taxonomía sostenible” sería la primera en el mundo. Bueno, ya señalamos que no es taxonomía, pero, con la visión correcta, Islandia, Suecia, Canadá Noruega y Ruanda (sí, Ruanda) ya han aplicado estas metodologías para resolver los tres objetivos que señaló. Me imagino que, en corto, los representantes de estos y otros países le habrán señalado que existen “otros datos”.
DE FONDO: El modelo taxonómico (organizacional) más común es, en administración, un organigrama con espacios o nodos (“cuadritos”) para cada función y cada línea, por ejemplo la de recursos humanos (Director-Subdirector-Jefe de Departamento-Auxiliar, por ejemplo) forman un “clado”, de modo que si se rompe en algún punto, la rama (llamada filogenia) deja de funcionar. Las líneas no se deben de cruzar y si hay fusiones, deben de cubrir objetivos comunes (por ejemplo fusionar finanzas y administración), por eso no hay metodología de este tipo entre migración, adaptación al cambio climático y equidad de
género. Son árboles diferentes.
DE FORMA: Por cierto, cada “cuadrito” (nodo) del organigrama se llamaría, pomposamente, “taxón” y definiría la jerarquía del puesto. Como es adaptación de las ciencias biológicas, los seres vivos están organizados en una estructura jerárquica que comprende, de arriba hacia abajo: Ancestro común-Reino-División-Clase-Orden-FamiliaGénero-Especie-Subespecie-Variedad. Como eso lo vimos en primero de secundaria, sería fácil de comprender.
DEFORME: En lugar de la digresión taxonómica, a las infanterías del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional les hubiera gustado más que les explicaran el creciente endeudamiento y el magro crecimiento, pero, en fin, “taxonomía de la calle y oscuridad de su casa”. Aquí, nunca habla.

Viaja a Puebla
Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera