Un hallazgo devastador golpea a Puebla. La poblana desaparecida Adela T.G., de 44 años, fue encontrada sin vida el 17 de abril de 2025 en una huerta de Ziracuaretiro, Michoacán. Reportada como desaparecida desde el 10 de abril, su cuerpo presentaba una herida mortal en la cabeza. La noticia desata dolor y demandas de justicia en San Salvador Huixcolotla, su hogar.
Adela dejó Huixcolotla a principios de abril, buscando trabajo en Michoacán. El 8 de abril, llamó a su familia desde Uruapan, pero al día siguiente se perdió contacto. La poblana no volvió a responder, y sus seres queridos alertaron a las autoridades y se emitió su ficha como desaparecida. Una alerta de búsqueda se activó, pero el desenlace fue trágico.
Te invitamos a leer: Video de hombre que quita fichas de búsqueda de Isaías: “es basura”
El cuerpo de la poblana desaparecida en Michoacán tiene signos de violencia
Vecinos de la colonia El Papayo en Ziracuaretiro descubrieron el cuerpo en estado de descomposición. La policía confirmó una lesión en la cabeza, causada por un objeto contundente. La poblana desaparecida fue identificada como Adela T.G., cuya ficha de búsqueda circulaba desde hacía días. Las autoridades investigan un posible homicidio.
Michoacán vive bajo la sombra de la violencia. En 2024, el estado registró miles de crímenes violentos, muchos ligados al crimen organizado. La poblana desaparecida se convierte en un símbolo de esta crisis. Su comunidad en Huixcolotla, un municipio agrícola de Puebla, prepara el retorno de sus restos, mientras exige esclarecer el caso.
Adela buscaba trabajo en Uruapan
El protocolo de búsqueda activado el 10 de abril movilizó a policías, militares y autoridades locales. Sin embargo, no logró salvar a la poblana desaparecida. En 2024, Michoacán emitió cientos de alertas similares para mujeres y niñas, reflejando un problema nacional. Puebla también enfrenta esta realidad, con decenas de casos de desapariciones al año.
Redes sociales amplifican el clamor. Usuarios comparten mensajes con hashtags como #JusticiaParaAdela, exigiendo acción. La poblana desaparecida no es solo una víctima; su caso destapa la fragilidad de la seguridad en regiones como Ziracuaretiro, cerca de Uruapan, un foco de violencia. La investigación avanza, pero los culpables siguen libres.
El caso de Adela T.G. trasciende el dolor familiar. La poblana desaparecida representa a miles de personas no localizadas en México. Sin un móvil claro ni detenidos, la Fiscalía investiga mientras Huixcolotla llora a Adela.
Te recomendamos leer: