Empecemos por partes, primero… ¡Feliz Año Nuevo! Segundo, les pregunto, ¿cómo le explicamos a Abdriel?
Y me van a preguntar, ¿quién es Abdriel? Pues se trata del primer poblano nacido en este 2025.
El pequeño —no tan pequeño—, pesó 3.40 kilogramos y midió 49 centímetros.
El punto es que Abdriel llegó a una ciudad que no puede controlar al ambulantaje y tener calles transitables.
Que nació en un estado en el que a los delincuentes, los marinos les hacen los mandados; y a un país que ama el pan y el circo.
Que nació en un país donde nos gusta más el pan y el circo que los gobiernos de resultados.
¿Cómo le explicamos a Abdriel que en Puebla, las mujeres gustan de inventarse vidas y delinquir?
Como el caso de Marilyn Cote y ahora el de Sheridan Mata.
Deberías leer: Se llama Marilyn Cote y es el error en la Matrix gubernamental.
¿Es que el feminismo nos exime de ser juzgadas?
¿Cómo le decimos a Abdriel que tener vagina no nos da licencias para distraer recursos humanos y económicos del gobierno para buscarnos cuando se nos antoje? Cuando día a día desaparecen mujeres y nunca vuelven.
A todo esto, ¿qué llevó a Sheridan a armar toda esta puesta en escena y por qué su familia la secunda?
¿Qué le vamos a decir a este pequeño recién nacido sobre el incendio en la bodega de la Central de Abasto? ¿Que inició porque se cayó una veladora?
Pero más me preocupa, ¿cómo le explicamos a Abdriel que somos incapaces de cruzar la misma fucking calle sin caernos con los bolardos que se instalaron hace más de cinco años?
¿En verdad somos tan subnormales?
¿Cómo dejamos de sentir pena y recuperamos el orgullo de ser poblanos?
¿Cómo le vamos a dar a conocer a este pobre pequeño que nació en un estado en el que la delincuencia le está ganando la carrera al gobierno y que estamos casi en estado de indefensión?
Porque en las primeras horas de este año, un grupo armado atacó en Acatlán a uno de marinos en un acto que, a todas luces es una provocación.
Hace 20 años los casos relevantes para las autoridades eran muy aislados.
En 2003 se registró el homicidio de unos adolecentes en Chinganahuapan.
En 2004 el de Griselda Tirado Evangelio o el fraude de SITMA y… nada más.
Ahora los casos relevantes son el pan nuestro de cada día y somos segundo lugar en homicidios a nivel nacional, ¿quién le va a decir eso a Abdriel?
¡Ah, pero eso sí! Ya empezó la promoción de algunos actores con fines electorales para el 2027… no mmr.
Prosigamos, les pregunto ¿quién se va a atrever a darle a conocer a este niño que en un país con un mercado libre y competitivo, el Gobierno de la Ciudad de México le pagó 12 millones de pesos a un sonidero ochentero?
Y no me voy a meter en gustos ajenos, está bien que les guste Polymarchs, pero… ¡¿12 millones de pesos?!
¿Si saben que Steve Aoki cobra 3 o que David Guetta cobra 4 millones de pesos? ¡Y son DJs multipremidados mundialmente!
Es que seguramente no los han visto en vivo, pero yo que soy fan del techno, el house y demás variantes de la música electrónica, les aseguro que verlos en vivo es… No quisiera decirlo así, pero, no encuentro otra palabra… Es orgásmico.
Yo estuve ahí, en ese concierto de David Guetta y The Black Eyed Peas, en las primeras filas y fui estúpidamente feliz.
En fin, mi gusto musical no es el punto, el punto es que financieramente es un error inconcebible el hecho de comparar la contratación de un Calvin Harris con casi 20 millones de seguidores o el mismo David Guetta con 27 millones de seguidores en Youtube y gran, gran fama a nivel mundial. Esto, contra un Polymarchs que ni canal de Youtube tiene y de cuya existencia me enteré hace unos días que comenzó la discusión por su contratación.
¿Ustedes conocían a este grupo?
Supongo que debí ver bardas de ellos en carreteras junto a otros como Sonido Fantasma o Acapulco Tropical y me acuerdo de estos últimos pero no de Polymarchs.
Espero que la gente que fue al concierto haya sido tan feliz como yo en el Azteca.
Volviendo a Abdriel… ¿cómo le explicamos que eso que parece una pésima decisión financiera nos lleva a inferir que es un acto de corrupción de quienes juraron acabar con ese mal que nos aqueja desde hace décadas?
¿Cómo le decimos a este niño que llegó a un país en el que se libran guerras en las fronteras y que somos un narcoestado?
Y bueno, del cambio climático y el estrés hídrico que sufrimos, mejor ni hablamos.
¿Cómo te explico, Abdriel que por razones como estas y muchas más, decidí no tener hijos?
Te invitamos a leer: