La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, firmó un decreto que reconoce y restituye tierras a las comunidades indígenas rarámuris, originarias del estado de Chihuahua, en el norte del país, en una ceremonia llevada a cabo en la Sierra Tarahumara.
En su discurso, Sheinbaum destacó la importancia de este acto, calificándolo de “histórico” y un paso clave en la lucha por la restitución de tierras a los pueblos indígenas. “Hoy estamos regresando tierra, territorio, a quien le pertenece”, afirmó la mandataria.
Sheinbaum firma decreto para restituir tierras a indígenas rarámuris
La firma del decreto se celebró en español y lengua rarámuri, en un reconocimiento al pueblo originario que habita en una de las regiones más remotas y hermosas de México.
Durante el evento, Sheinbaum estuvo acompañada de una anciana indígena, quien presidió un ritual tradicional en el que ambas dieron varias vueltas alrededor de una cruz, para luego arrodillarse y recibir una bendición.
En su intervención, la presidenta resaltó la dignidad y fidelidad del pueblo rarámuri a sus valores ancestrales “en medio de la adversidad y el despojo”.
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A través de sus redes sociales, Sheinbaum también destacó cómo este gesto busca “erradicar la discriminación” hacia los pueblos indígenas y reconocer sus derechos fundamentales.
El pueblo rarámuri, o tarahumara, es conocido por su resistencia física, forjada en sus costumbres de correr largas distancias en el accidentado territorio de la sierra. La restitución de tierras es una de las políticas clave del proyecto de la “cuarta transformación”, que comenzó bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y continúa bajo la administración de Sheinbaum.
Este acto de restitución se enmarca en un proceso más amplio iniciado con la reforma constitucional aprobada en septiembre de 2024, que reconoce los derechos patrimoniales de los pueblos indígenas y afromexicanos, garantizando su participación efectiva en las decisiones que afectan sus tierras y recursos.
Un precedente importante de este proceso se dio en 2022, cuando López Obrador restituyó cerca de 30,000 hectáreas de tierra a la comunidad yaqui en Sonora, como parte de una política de justicia para los pueblos originarios.
El decreto firmado en Chihuahua simboliza un paso más en la construcción de un México más justo y respetuoso con sus pueblos indígenas, en el que se busca reparar los daños causados por siglos de despojo y discriminación.