Oscar Kábata, es un testigo protegido por haber presenciado el asesinato de su compañero Víctor Baca y sobreviviente de la tortura militar (ambos fueron encarcelados por militares en 2009), denunció la posible infiltración de una militar del ejército que se hizo pasar por periodista con la intención de espiar a las familias que se habían manifestado en la oposición.

Kábata publicó en las redes sociales fotos de una persona usando el nombre de usuario “Mía Rodríguez”, quien afirmó que se identificó como reportera.

Él, su madre, un defensor de víctimas y otros familiares de víctimas confiaban en ella.

“Estuvo pegada a nosotros, llamando mamá a mi madre en un momento, durante dos años”.

Sin embargo, asegura que Mía Rodríguez no es periodista ni colaboradora de medios, sino una supuesta empleada de la división de inteligencia militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de apellido Farfán, quien poseería el grado de cabo.

Oscar, confirma tener más detalles sobre el presunto espía, pero pide que no se hagan públicos hasta que se hayan iniciado acciones legales.

Estos detalles le fueron dados por una fuente militar.

Por un “error” se dieron cuenta de que mentía

Meses atrás se percataron de algunos hechos y actividades irregulares por parte de la supuesta periodista, ante lo cual comenzaron a tener sospechas.

Las dudas sobre la supuesta periodista fueron aumentando cuando en un acto celebrado en la Cámara de Diputados, la supuesta reportera llegó a San Lázaro sin que la invitaran.

Fue así que, en el recinto legislativo uno de los guardias de seguridad identificó a la mujer, pero no se refirió a ella con el nombre de Mía, sino que le dijo Paola.

Fue este incidente el cual dio paso a que las personas a quienes la “periodista” se acercó, tomaran la decisión de investigar a la mujer, logrando identificar que en realidad es militar.

Tras el descubrimiento han recibido amenazas

La víctima que ahora participa en las protestas incluyó en sus mensajes una serie de fotos en las que revela la identidad del cabo.

Oscar Kabata atribuyó todo lo ocurrido en el caso de espionaje a la Sedena y al gobierno mexicano. Él y otras personas fueron víctimas.

Además, acusó que luego de revelar los hechos, las personas que fueron espiadas han recibido numerosas amenazas por medio de mensajes y llamadas.

Después de darse a conocer el caso de espionaje, hasta el momento ni la Sedena ni el gobierno federal se han pronunciado.

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