La Fiscalía General de la República (FGR) ha desmantelado una peligrosa banda de secuestradores dedicada al robo de menores que operaba en los estados de Puebla, Morelos y Chiapas.
Este grupo criminal, que se dedicaba a sustraer a sus víctimas en Puebla, tramitaba documentos falsos en Morelos y vendía a los niños en Chiapas, ha llevado a la detención de tres de sus principales integrantes: Pablo N, Jesús N y Dalindy N, quienes han sido vinculados a proceso por el delito de secuestro.
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Las aprehensiones se llevaron a cabo en diferentes operativos: Pablo N fue arrestado en Cuautla, Morelos, mientras que Jesús N y Dalindy N fueron asegurados en Oaxaca.
En audiencia, el Juez de Control Federal les impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, quedando a la espera de una sentencia condenatoria.
En el transcurso de esta operación, la FGR logró rescatar a dos menores en Jiquipilas, Chiapas. Sin embargo, cabe destacar que otras dos personas relacionadas con la misma banda fueron liberadas por la autoridad judicial por supuesta falta de pruebas.
Mecanismos de Operación de los secuestradores
Las investigaciones revelan que Pablo N era el encargado de conseguir actas de nacimiento apócrifas en el Registro Civil de Cuautla.
Por su parte, Jesús N y Dalindy N eran los responsables de trasladar a las víctimas a Chiapas para su venta. Según la FGR, las indagatorias continúan para identificar y procesar a otros posibles integrantes de la banda delictiva.
Denuncias y desapariciones
El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, había informado sobre la actividad de esta banda tras la desaparición de Said Escobar del Ángel, de 17 años; su esposa Cinthia Díaz, de 16; y sus dos hijos, Mateo de un año y medio y Cristian de tres meses, ocurrida el 6 de abril.
La familia desapareció después de aceptar un supuesto trabajo en Puebla. Hasta el momento, no se tiene información sobre su paradero.
Un caso trágico que provocaron los secuestradores
Uno de los casos más trágicos asociados a esta banda involucró un doble homicidio en Cuautla, donde una joven identificada como Yucari, que vendía pulseras en un tianguis, fue contactada por Dalindy N.
Tras un pedido de 17 mil pesos, Yucari asistió a una cita con sus dos hijos, solo para ser víctima de la banda.
El 3 de julio, Yucari y su hija Sofía fueron asesinadas, mientras que su hijo Joshua fue sustraído.
Los cuerpos de Yucari y Sofía fueron encontrados posteriormente, envueltos en plástico a un costado de la carretera Amayuca-Jantetelco.
Esta situación ha generado alarma en las comunidades de los estados involucrados y ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer las medidas de seguridad y protección para los menores en riesgo.
La FGR ha enfatizado su compromiso de continuar con las investigaciones hasta llevar ante la justicia a todos los responsables de este delito atroce.
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