Paco, conocido por todos como “Paco el de las empanadas”, fue sincero y compartió en el podcast Rayos X de Rayos la historia detrás de su famoso negocio de empanadas, una travesía que comenzó por necesidad y terminó por convertirlo en un personaje viral. Paco contó cómo, en un momento difícil para su familia, decidieron comenzar a vender empanadas en un fraccionamiento en Toluca. Acompañado de su hermana, salió con entusiasmo a ofrecer sus productos, lo que les permitió subsistir durante una etapa crítica de salud de su madre.
“Nos veían con cariño, sabían que éramos niños y nos compraban”, recuerda Paco. Así, nació el negocio familiar en medio de una comunidad que los apoyaba. Sin embargo, un giro inesperado los obligó a mudarse a Acapulco. La salud de su madre empeoró durante su último embarazo, cuando le detectaron 16 quistes en el útero, complicando tanto el parto de su hermano como su propia vida. La familia decidió trasladarse a Acapulco, en busca de un tratamiento natural con veneno de serpiente de cascabel, conocido por sus propiedades curativas.
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De las calles de Toluca a las playas de Acapulco
Al llegar a Acapulco, Paco y su familia se enfrentaron a la dura realidad de no tener conocidos ni trabajo. “Estábamos a cinco minutos de la playa, así que lo que hacíamos en Toluca lo replicamos en Acapulco: salimos a vender empanadas”, cuenta Paco. Sin embargo, los primeros días no fueron fáciles para él. A sus 11 años, sentía inseguridad y frustración al ver a las familias disfrutando de vacaciones mientras él trabajaba para ayudar a su familia. Pero con el tiempo, esa inseguridad se transformó en su marca personal. Comenzó a interactuar con los turistas de una manera amigable, lo que le permitió generar empatía y aumentar sus ventas.
“Me di cuenta de que si te acercas inseguro, la venta no se cierra. Pero si llegas con confianza y haces sentir a la gente bienvenida, tienes más posibilidades de vender”, explicó. Así, Paco perfeccionó su técnica para romper el hielo y hacer que los clientes se sintieran cómodos. Con frases como “Bienvenidos a Acapulco” y “¿Cómo la están pasando?”, logró que los turistas se sintieran en confianza y, finalmente, terminaran comprando sus empanadas.
Paco el de las empanadas fue capaz de superar la explotación laboral
Aunque Paco disfrutaba de su trabajo y llegó a ser viral por su carisma y dedicación, no todo fue color de rosa. En la entrevista, confesó haber sufrido explotación en su propio hogar, una realidad que lamentablemente es común en muchas familias mexicanas.
“Parece que todo era lindo porque era ‘Paquito el de las empanadas’, pero dentro de mi familia también había explotación”, señaló.
Paco el de las empandas reconoció que fue esta persona, de la que no quiso revelar el nombre o su relación, quien le impidió aceptar la beca que le ofrecía Arturo Elias Ayub pues la familia corría el riesgo de quedarse sin los ingresos que él generaba.
Hizo un llamado a la reflexión sobre la diferencia entre el trabajo infantil voluntario y el explotador, defendiendo que los niños pueden trabajar siempre y cuando sea una decisión propia y no una obligación impuesta por la familia.
Empanadas virales y ganancias sorprendentes
El éxito de Paco no fue solo en popularidad, sino también en ventas. En un día regular, podía vender entre 160 y 360 empanadas, dependiendo de la temporada. Durante los fines de semana o en fechas clave, como el 31 de diciembre, las ventas se disparaban. Paco llegó a vender hasta 700 empanadas en un solo día, logrando ingresos que oscilaban entre los 10 y 12 mil pesos por fin de semana.
Entre risas, Paco el de las empanadas fue honesto y contó que sus empanadas más vendidas eran las de jamón con queso, a pesar de estar en una playa donde uno podría esperar que los sabores de pescado fueran los más populares. Además, habló de la “confusión” que causaba entre los clientes al ofrecerles la opción de “jamón con queso” o “queso con jamón”, una técnica que utilizaba para hacer reír a la gente y crear una experiencia más agradable durante la compra.
Paco el de las empandas fue de la playa a la pantalla
Hoy en día, Paco se ha convertido en un ícono de la cultura popular, y su historia de perseverancia y esfuerzo ha tocado los corazones de miles. Su enfoque positivo, su habilidad para conectar con la gente y su historia de superación lo han llevado mucho más allá de las playas de Acapulco. Sin duda, Paco el de las empanadas es mucho más que un vendedor: es un ejemplo de resiliencia, carisma y emprendimiento.
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