En un lamentable acto de violencia, Guadalupe Xicotepec, una madre de 53 años, y su hija de seis años fueron asesinadas a machetazos la mañana del 17 de septiembre de 2024.
Los hechos ocurrieron dentro de su hogar, ubicado en la junta auxiliar de Gilberto Camacho, en el municipio de Xicotepec, Puebla. Este brutal ataque ha conmocionado a la comunidad local y ha generado una profunda preocupación por el creciente índice de violencia en la región.
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De acuerdo con los primeros reportes, hombres armados con machetes irrumpieron en la vivienda de Guadalupe y agredieron a los tres miembros de la familia presentes en el hogar.
La Fiscalía General del Estado, hasta las 22:00 horas del mismo día, aún no había procedido al levantamiento de los cuerpos. Los familiares fueron quienes encontraron los cuerpos de Guadalupe y su hija al ingresar a la casa.
En el ataque también resultó gravemente herido Daniel, de 26 años, el hijo mayor de Guadalupe.
Daniel fue trasladado con vida al hospital de La Ceiba, donde su condición se reporta como crítica. La comunidad y las autoridades locales están a la espera de más detalles sobre su estado de salud y el avance en la investigación.
Este caso se suma a una serie de incidentes de violencia que han marcado el año 2024 en Xicotepec.
El 27 de mayo, Erick Leonardo, en un acto de extrema violencia, apuñaló a su ex pareja, Damaris, en el vientre, lo que resultó en la pérdida del bebé de siete meses que ella esperaba. Erick Leonardo fue detenido y vinculado a proceso por feminicidio en grado de tentativa.
El 17 de mayo, otro caso de violencia ocurrió en el mercado Benito Juárez, donde Mary, de 32 años, fue apuñalada por su pareja sentimental, Teófilo.
El agresor fue detenido y también vinculado a proceso por feminicidio.
La sucesión de estos actos violentos resalta la creciente preocupación en torno a la seguridad y la protección de las mujeres en Xicotepec.
Las autoridades locales enfrentan el desafío de implementar medidas más efectivas para prevenir estos crímenes y garantizar la justicia para las víctimas. La comunidad se encuentra en alerta, buscando respuestas y soluciones para frenar la ola de violencia que afecta a la región.