En una jornada marcada por intensas protestas y acusaciones de corrupción, el Senado mexicano aprobó la reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual ha generado profundas preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional ¿existe la amenaza de una dictadura?
Con 86 votos a favor y 41 en contra, la reforma, que busca modificar la forma en que se eligen jueces y magistrados, ha sido respaldada por el oficialismo.
La medida, presentada el 5 de febrero, ha sido duramente criticada por su impacto potencial en la independencia judicial y la separación de poderes en México.
La aprobación se produjo en medio de manifestaciones por parte de jueces, estudiantes de Derecho y trabajadores del Poder Judicial.
Quienes acusaron a la Policía de Ciudad de México de reprimir su protesta con gas lacrimógeno.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, advirtió sobre los riesgos de esta reforma.
Señalando que la elección directa de jueces podría poner en peligro la relación comercial entre ambos países y facilitar la intervención electoral de los cárteles de drogas.
Amenaza de una Dictadura
Además, entidades financieras como J.P. Morgan, Fitch Ratings, Morgan Stanley y Citibanamex han expresado su preocupación por el impacto económico que podría tener la implementación de la reforma.
La Cámara de Comercio estadounidense también ha señalado que la reforma podría violar las obligaciones de México bajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al comprometer el sistema judicial competente, independiente e imparcial.
En contraste, la situación en Venezuela bajo Nicolás Maduro ha sido señalada como un ejemplo negativo. Maduro controla el Tribunal Electoral, el Poder Judicial, las Fiscalías y el Congreso, además de estar aliado con el crimen organizado.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
Este control le permite extorsionar e intimidar a opositores, reflejando un sistema donde la independencia y la justicia están severamente comprometidas.
En respuesta a las críticas, AMLO afirmó que la reforma es un paso hacia un sistema más democrático y transparente.
“Vamos a dar un ejemplo al mundo”, aseguró durante su conferencia de prensa matutina, negando las acusaciones de que el oficialismo haya negociado impunidad a cambio del voto decisivo de un senador opositor.
La reforma, sin embargo, ha sido recibida por algunos sectores como una amenaza al Estado de Derecho en México.
Comparando la situación actual con el control que Maduro ejerce en Venezuela sobre las instituciones judiciales y legislativas.
Con esta reforma, la independencia judicial en México se encuentra en una encrucijada, y la democracia parece estar al borde de una crisis.
La controversia alrededor de la reforma judicial refleja un momento crucial en la política mexicana, con implicaciones potenciales para la gobernanza y la estabilidad del país.
La implementación de esta reforma marcará un antes y un después en la estructura del poder en México.