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Morena: la Constitución a conveniencia

Morena maneja la Constitución a su conveniencia
Morena maneja la Constitución a su conveniencia

La semana pasada hablábamos del agandalle que quiere hacer Morena para tener más legisladores de los que le corresponden. Esto con la intención de tener mayoría calificada y no necesitar de otras fuerzas políticas para modificar la Constitución, entre otras cosas.

Decíamos que, gracias a una argucia legaloide, que consiste en interpretar literalmente la Constitución, la 4T pretende quedarse con el 74% del total de las curules, es decir, 20% más del porcentaje de lo que obtuvieron en las urnas (54.7% del total de la votación).

Ellos quieren que se les tome como “partido” -como dice textualmente la Constitución- para el reparto de plurinominales, y no como “coalición” -que fue como realmente compitieron- porque de esa forma les tocarían más pluris.

Existen diferentes formas de interpretación jurídica, tantas, como corrientes filosófico-jurídicas existen, sin embargo, las más comunes son las siguientes: Interpretación gramatical; conceptual; analógica; histórica; interpretación teleológica, entre otras.

Ya lo dijimos, si interpretamos LITERALMENTE la Constitución, Morena y sus aliados (que en su conjunto forman eso que se llama “la 4T”) pueden llegar a tener 373 Diputados. Por el contrario, si aplicamos un enfoque teleológico, es decir, interpretar la Constitución integralmente, buscando que la norma se cumpla de mejor manera, para impedir que se dé un exceso de dominación política, Morena y compañía no podrían tener más de 300 diputados, que es justamente lo que trata de evitar la Constitución: la sobrerrepresentación política (a todas luces antidemocrática).

Resulta curioso ver la doble moral de los morenistas, empezando por el Presidente, quien hace algún tiempo, cuando era dirigente del PRD, combatió la sobrerrepresentación política que quería hacer el PRI en el Congreso de Quintana Roo, para tener más diputados (igualito). En aquél tiempo, AMLO presentó una Acción de Inconstitucionalidad para evitar ese agandalle. El tiempo y la SCJN le dieron la razón. Hoy sus seguidores dicen: “Es que el PRI también lo hacía”. Lo cual, no hace más que constatar lo evidente: Efectivamente, actúan igual, son lo mismo (o peores). Hacen lo mismo que tanto criticaron.

Pero más curioso aún, ver la incongruencia inadvertida en la que caen los morenistas, que para defender su agandalle, dicen: “No es nuestra culpa. Así dice la Constitución y no se tiene que interpretar nada”. Ok, veamos.

Si vamos a interpretar a rajatabla el texto constitucional, el Presidente no podría aparecer en la publicidad oficial de los programas sociales, porque viola el artículo 134 constitucional, y sin embargo, lo hace. Tampoco podría dar a conocer datos personales de personas físicas y morales, porque eso viola los artículos 16 y 133 de la Constitución, y lo ha hecho; y más aún, si se aplicara literalmente el texto constitucional, el Presidente tendría que ser procesado por haber incurrido en delitos electorales, violando así el artículo 19 de la Constitución. Sin embargo, en todos los casos anteriores, el Presidente y sus seguidores le dieron “otra interpretación” a la ley. Nos es extraño, ellos tienen “otros datos”.

Moraleja: Si lo que anteriormente criticabas, hoy lo justificas, entonces no apoyabas un Proyecto de Nación; apoyabas un proyecto político. Así de fácil…

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Iván Galindo

Iván Galindo

Licenciado en Ciencias Políticas por parte de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con Maestría en Derecho Constitucional y Derechos Humanos. Ha sido colaborador en varios medios de comunicación...