Si pueden compártanle esta columna a las nuevas Secretarías de Igualdad Sustantiva y a la de Educación Pública del Gobierno de Puebla, porque la información que están por leer les interesa, les súper interesa. Melva Navarro e Isabel Merlo, ojo aquí.
Cuándo se llega a ocupar una casa nueva… o usada, hay que darle una “limpiadita”, barrer, trapear, encerar y pulir al estilo de “Daniel San”. Por supuesto revisar debajo de las alfombras después de aspirar, para hacer una limpieza profunda. Por aquello de los ácaros, las liendres y los aviadores…
Pues eso tienen que hacer las nuevas titulares de la SEP y la SIS, Isabel Merlo y Melva Navarro, darle una revisada “debajo” de las alfombras. Y es que su antecesora, América Rosas Tapia, les dejó unos regalitos.
Recuerden que en esta columna, nos gusta el chisme y ahí les va el último que me contaron.
La familia Rosas Tapia no solo es grande, además es de personas muy preparadas, investigadores en su mayoría. No, no como Sherlock Holmes o como Gadget. Mejor sigan leyendo.
Esta historia se remonta al paso de la ex titular por la Secretaría de Educación Pública por la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP y es que, América Rosas fue Subsecretaria de Educación Superior, como recordarán.
América Rosas cuenta con una plaza Tipo C, mismas que corresponden a docentes investigadores. Gracioso… pero no gracioso de risa, gracioso de raro. Curiosamente, la asignación de este tipo de plazas corresponde a la Subsecretaría que ella encabezó.
Pero aquí no para la cosa, dos de sus hermanos también tienen plazas de investigadores, José Juan y Juan Manuel Rosas Tapia.
Gracioso… pero no gracioso de risa, gracioso de raro.
Mientras pasó por esa dependencia tuvo el apoyo de un staff compuesto por 10 personas que percibían sueldos superiores a los 25 mil pesos. Cabe resaltar que algunas de estas personas presentaron una denuncia en contra de la exfuncionaria porque aseguran que les pedía una parte de su sueldo. Les pedía moche, dirían por ahí. Gracioso, pero no gracioso de risa…
A las personas que no la denunciaron, se las llevó a la SIS, entonces cobraban dos plazas. Una por honorarios profesionales como eventuales y otra como empleados de confianza… gracioso de raro.
A las plazas Tipo C para investigadores de las que gozan América, José Juan y Juan Manuel, hay que sumar la de Omar Momox. Preguntarán ¿quién es Omar Momox? Pues dicen los que dicen que saben, que era el particular de la ex secretaria de Igualdad Sustantiva. Aunque alguien más me asegura que la plaza de Momox es Tipo A. El punto es que está adentro también.
Todos familia, todos cercanos… todos docentes investigadores.
Aquí quiero hacer un paréntesis y una petición, porque como buena “stalker” que soy, soy una gran investigadora. Creo que puedo cumplir mejor con el perfil para que me “rolen” una de esas plazas, ¿no?
Es importante recordar que durante el paso de Melitón Lozano por la SEP “supuestamente” se revisaron estos casos y se retiraron plazas a personas que no cumplían con el perfil. Sí a Usted, señora, señor, señore, le quitaron una plaza Tipo C y le parece injusto, recuerde que esa revisión no le hizo ni cosquillas a los Rosas Tapia.
El caso es que, entre que son peras o manzanas, las secretarias recién nombradas, deberán hacer una revisión exhaustiva de sus plantillas de personal, o les van a “meter unos golazos”.
A una sobrina le tocó clave en una prepa en Chiautla y, si seguimos rascando, van a aparecer las primas y las tías, ¿a poco no?
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