El 7 de agosto de 2024, México experimentó una serie de sismos de diversas magnitudes y profundidades, afectando principalmente a los estados de Oaxaca y Baja California.
La actividad sísmica comenzó poco después de la medianoche y continuó hasta la madrugada, con varios temblores perceptibles en distintas localidades.
En el estado de Oaxaca, se registraron varios sismos significativos. El más fuerte, de magnitud 4.1, ocurrió a las 05:40:55 (hora local), con epicentro 57 km al sureste de Crucecita y una profundidad de 16 km.
Otros sismos en la región incluyeron un temblor de magnitud 3.7 a las 03:46:59, con epicentro 33 km al oeste de San Pedro Pochutla y una profundidad de 17.1 km.
Así como un sismo de 3.5 a las 03:18:02, con epicentro 46 km al noreste de Santa María Atzompa y una profundidad de 75.2 km.
Además, se registraron temblores de magnitud 4.1 a las 02:26:22, con epicentro 20 km al sureste de Salina Cruz y una profundidad de 11.4 km, y de magnitud 3.8 a las 01:26:08, con epicentro 35 km al oeste de Matías Romero y una profundidad de 94.3 km.
En Baja California, también se registraron varios sismos. Un temblor de magnitud 3.6 ocurrió a las 03:59:31, con epicentro 42 km al suroeste de Playas de Rosarito y una profundidad de 5.8 km.
Otros sismos incluyeron uno de magnitud 3.0 a las 00:45:15, con epicentro 71 km al noroeste de San Felipe y una profundidad de 5.6 km, y otro de magnitud 3.0 a las 00:34:05, con epicentro 73 km al noroeste de San Felipe y una profundidad de 6.3 km.
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Temblores sacuden Oaxaca y Baja California
También se registraron sismos de magnitud 3.4 a las 00:32:22, con epicentro 17 km al suroeste de Santa Isabel y una profundidad de 15 km, y de magnitud 3.0 a las 00:09:07, con epicentro 72 km al noroeste de San Felipe y una profundidad de 7 km.
Hasta el momento, no se han reportado daños significativos ni víctimas por estos eventos sísmicos.
Sin embargo, las autoridades locales y de protección civil se mantienen en alerta, monitoreando la situación y asegurando que las comunidades afectadas reciban la información y asistencia necesarias.
México, situado en una de las regiones más sísmicamente activas del mundo, continúa implementando medidas de prevención y respuesta para minimizar los riesgos asociados con estos fenómenos naturales.
La población es instada a seguir las recomendaciones de seguridad y mantenerse informada a través de fuentes oficiales.
Este reporte proporciona un panorama de la actividad sísmica reciente en el país, destacando la importancia de la preparación y la colaboración en la gestión de riesgos naturales.
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