Miles de mujeres brasileñas protestaron contra ley que tipifica el aborto como homicidio, imponiendo penas de hasta 20 años de prisión.
Miles de mujeres brasileñas salieron a las calles en diversas ciudades del país para expresar su rechazo al proyecto de ley que busca tipificar el aborto como homicidio, imponiendo penas de hasta 20 años de prisión.
La controversia se intensificó luego de que el texto fuera impulsado directamente al plenario de la Cámara de Diputados, sin pasar por comisiones previas de debate.
Esto generó indignación entre los grupos progresistas y defensores de los derechos de las mujeres.
El proyecto, respaldado principalmente por la influyente bancada evangélica, propone considerar como “homicidio simple” cualquier aborto practicado después de la semana 22 de gestación, incluso en casos de violación.
Esta medida podría impactar severamente a las mujeres y niñas que enfrentan embarazos no deseados.
Particularmente aquellas víctimas de violencia sexual, quienes podrían enfrentar dilemas adicionales debido a las restricciones propuestas.
Cada 15 minutos se reporta una violación de una menor de hasta 13 años en Brasil
Según estadísticas oficiales, cada 15 minutos se reporta una violación de una menor de hasta 13 años en Brasil.
Aproximadamente 20,000 menores de 14 años se convierten en madres anualmente en el país.
Estos datos subrayan la vulnerabilidad de las víctimas de violencia sexual y la complejidad de penalizar el aborto sin excepciones claras.
En las manifestaciones, los participantes corearon consignas como “¡Niña no es madre!” y llevaron pancartas que enfatizaban la defensa de los derechos de las mujeres.
Vivian Nigri, una de las voces presentes en las protestas en Río de Janeiro, criticó duramente al Congreso y denunció los intereses conservadores que promueven esta legislación restrictiva.
TAMBIÉN DEBES LEER: Benditos sean los pañuelos verdes
Por su parte, líderes religiosos y defensores del proyecto argumentan que la vida del feto debe ser protegida desde el momento de la concepción.
A pesar de las críticas y las protestas, aún no se ha fijado una fecha para la votación del proyecto en la Cámara de Diputados.
Mientras tanto, la controversia continúa alimentando el debate sobre los derechos reproductivos y la autonomía de las mujeres en Brasil, un país donde las políticas relacionadas con el aborto han sido históricamente divisivas y polarizantes.
TE PUEDE INTERESAR:
