Durante las primeras horas del 31 de mayo de 2024, México experimentó temblores de magnitud moderada, afectando principalmente las regiones de Baja California, Oaxaca y Chiapas.
Aunque no se reportaron daños significativos, la actividad sísmica se ha mantenido constante en diversas zonas del país.
Destacando la necesidad de estar preparados y atentos a los protocolos de seguridad.
El sismo más significativo ocurrió a las 07:36:23, con una magnitud de 4.0 grados, localizado a 86 km al sur de Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Este sismo tuvo una profundidad de 32 km y no se reportaron daños materiales ni víctimas.
Baja California fue la región más afectada por la serie de movimientos telúricos.
Presentando múltiples sismos de magnitudes entre 3.0 y 3.5 grados en la escala de Richter.
El sismo más fuerte en esta región tuvo una magnitud de 3.5 y ocurrió a las 03:17:42, localizado a 31 km al noroeste de San Felipe, con una profundidad de 9.2 km.
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Otros eventos sísmicos destacables incluyen:
- Un sismo de 3.9 grados a las 03:54:54, ubicado 98 km al sureste de Salina Cruz, Oaxaca, con una profundidad de 16.3 km.
- Un sismo de 3.9 grados a las 02:21:47, a 24 km al suroeste de Cintalapa, Chiapas, con una profundidad de 130.7 km.
- Un sismo de 3.8 grados a las 02:01:42, a 71 km al noreste de Loreto, Baja California Sur, con una profundidad de 10 km.
México experimentó temblores en diversos estados
La serie de sismos en Baja California fue particularmente notable por su frecuencia y proximidad entre sí.
En un lapso de pocas horas, se registraron al menos 10 sismos en las cercanías de San Felipe, con profundidades que varían entre 4.9 km y 15.4 km.
En Oaxaca, además del sismo en Salina Cruz, se registraron movimientos telúricos en Pinoteca Nacional y cerca de la región de Matías Romero, con magnitudes de 3.4 y 3.3 respectivamente.
Las autoridades recomiendan a la población mantener la calma y seguir las instrucciones de protección civil, especialmente en las zonas donde se ha registrado mayor actividad sísmica.
Se enfatiza la importancia de tener planes de emergencia, kits de supervivencia y conocer las rutas de evacuación.
Hasta el momento, no se han reportado daños significativos ni pérdidas humanas, pero los expertos continúan monitoreando la actividad sísmica para prever y mitigar posibles riesgos futuros.
La constante actividad sísmica es un recordatorio de la naturaleza dinámica del territorio mexicano y la importancia de estar preparados ante estos eventos naturales.
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