En el interior de Sao Paulo, Brasil, un grupo de más de 25 personas, en su mayoría mayores, está decidido a empezar una nueva etapa de sus vidas en comunidad. Liderados por el economista Norival de Oliveira y el arquitecto Ricardo Pessoa, ambos de más de 60 años, han abrazado el concepto de cohousing, una tendencia creciente que busca combatir la soledad en la vejez mediante la convivencia comunitaria.
El cohousing, también conocido como covivienda o vivienda comunitaria, es un estilo de vida en el que las personas tienen sus propias casas pero comparten varios espacios colectivos.
¿Cuándo surge el Cohousing?
Surgió en la década de 1970 en Dinamarca y ha ganado popularidad en todo el mundo, con ejemplos en países como Reino Unido y España.
El proyecto brasileño, llamado Bem Viver (Buena Vida), comenzó en 2019 cuando Norival y Ricardo invitaron a sus amigos a unirse a la iniciativa.
Aunque la mayoría declinó por razones económicas o personales, cinco personas, incluyendo a Norival y Ricardo, continuaron adelante con la idea.
Decidieron abrir el proyecto al público en general, atrayendo a nuevos residentes a través de redes sociales y contactos personales.
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Los requisitos para unirse al proyecto incluyen tener más de 50 años y estar interesado en vivir en comunidad.
Cada residente contribuye económicamente al proyecto, financiando su parte del terreno y la construcción de su casa.
Se estima que el costo total por casa podría superar los US$100,000, pero los residentes lo consideran una inversión en una vejez saludable y socialmente activa.
El terreno elegido en Mogi das Cruzes, un municipio de Sao Paulo, ofrece un entorno verde con acceso a comercios, espacios de ocio y hospitales.
Cohousing: para compartir la vejez juntos
Las casas, todas en una sola planta y de diseño compacto, están diseñadas para personas mayores y estarán cerca unas de otras para fomentar la interacción social.
Además, se planean áreas comunes como sala comedor, talleres de actividades artísticas, gimnasio, piscina y huertas, todo con un enfoque en la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza.
Para los residentes, el cohousing representa una oportunidad de evitar la soledad en la vejez, un problema que puede afectar la salud mental y física de las personas mayores.
Estudios han demostrado que la soledad aumenta el riesgo de enfermedades mentales y cognitivas, así como la depresión y el estrés crónico.
La vivienda comunitaria ofrece un modelo de vida que promueve el bienestar emocional y físico a través de la compañía y el apoyo mutuo.
Para Marisa Fumanti, una de las futuras residentes de Bem Viver, el cohousing es una oportunidad de evitar la misma soledad que enfrentó su madre en la vejez.
Ella espera que vivir en comunidad le brinde no solo compañía, sino también una mayor calidad de vida y bienestar emocional.
Con la construcción programada para comenzar este año, el proyecto Bem Viver en Sao Paulo representa un ejemplo inspirador de cómo el cohousing puede ofrecer una alternativa valiosa contra la soledad en la vejez, promoviendo la salud y la felicidad de las personas mayores mediante la convivencia comunitaria.