El primer ministro de Haití renunció, Ariel Henry, anunció este martes 12 de marzo que dejaría el cargo una vez se haya formado un consejo de transición en el país.
Su renuncia era una concesión ante la presión internacional que intenta salvar a una nación sobrepasada por pandillas violentas, que según algunos expertos han emprendido una guerra civil de bajo nivel.
Henry hizo su anuncio horas después de que gobernantes de los países caribeños y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunieran en Jamaica para abordar con urgencia una solución que frenara la creciente crisis en Haití.
En un video en el que anunció su dimisión, Henry exhortó a los haitianoss a mantener la calma.
El primer ministro de Haití renunció
Haití vive en estas horas una guerra civil de baja intensidad que por el momento le ha costado la renuncia al primer ministro.
Presionado por la comunidad internacional, Ariel Henry, que se encuentra en Puerto Rico por miedo a un magnicidio, anunció la noche del lunes que permanecerá en el cargo hasta la creación de un consejo presidencial de transición y la formación de un nuevo Gobierno que tome las riendas de un país en una situación muy crítica.
Henry asumió el cargo en 2021, tras el asesinato del entonces presidente Jovenel Moïse a manos de mercenarios colombianos. Desde ese momento no ha conseguido frenar la violencia de las pandillas que han sembrado el terror en Puerto Príncipe.
Las bandas criminales habían pedido su renuncia como condición para una tregua y ahora queda por ver si eso reducirá los secuestros, homicidios y violaciones que se están produciendo a plena luz del día.
El caos en Haití
El país permanece incomunicado con el exterior después de que se hayan cerrado los principales aeropuertos.
Los delincuentes han quemado comisarías, comercios, viviendas y el 2 de marzo asaltaron una prisión de la que se fugaron 3.600 presos.
Ese fue el inicio de una nueva ola de violencia que las ineficientes y poco preparadas fuerzas de seguridad haitianas no han sido capaces de hacer frente. El asunto ha derivado en una crisis humanitaria.
En este momento escasean los combustibles, el agua, la comida y los productos de primera necesidad que no han podido entrar por el puerto de la capital, que permanece cerrado. Cientos de contenedores continúan varados.