El PAN se encuentra envuelto en una polémica después de que Eduardo Alcántara, destacado militante, solicitara la expulsión de 179 panistas ante la Comisión de Orden y Disciplina del Comité Ejecutivo Nacional.
Alcántara alega que estos miembros del partido jugaron en contra de la institución durante las pasadas elecciones, generando dudas sobre un supuesto acuerdo entre el entonces candidato morenista a la gubernatura de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, y el actual alcalde con licencia, Eduardo Rivera Pérez.
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Según la denuncia de Alcántara, existiría un pacto entre Rivera Pérez y Barbosa Huerta para propiciar la derrota del PAN en distritos locales.
Se especula que parte de este acuerdo incluyó el envío de militantes del grupo de Rivera a respaldar a Barbosa, poniendo en evidencia que no se priorizó la lealtad al partido, sino más bien a intereses políticos particulares.
El militante presentó un escrito el pasado viernes ante las instancias partidistas, instando al Comité Directivo Estatal (CDE) a aplicar sanciones correspondientes a aquellos que fueron candidatos de otros partidos y ahora buscan integrarse a las filas del PAN.
Alcántara exige que se ponga fin a la supuesta “justicia selectiva” que, según él, caracteriza al CDE en su actuar.
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En su declaración, Eduardo Alcántara expresó su preocupación por la participación de estos militantes panistas en acciones que podrían afectar la integridad y la imagen del partido.
Haciendo un llamado a la transparencia y a la aplicación de medidas justas, espera que, de comprobarse la traición electoral, se proceda con la expulsión de los implicados y se tomen las medidas necesarias para evitar futuras situaciones similares.
Este incidente agrega un capítulo más a la compleja dinámica política en Puebla, dejando al descubierto tensiones internas y desafíos que el PAN enfrenta en su búsqueda por mantener la cohesión y la lealtad de sus militantes.
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