Este año, el mundo será testigo de un fenómeno ya que se espera que más de 73 países celebren elecciones presidenciales, marcando un récord histórico en la participación ciudadana.
Aunque 22 de estos países aún no han establecido una fecha oficial, se anticipa que millones de personas acudirán a las urnas en medio de un contexto global caracterizado por conflictos en Ucrania y Gaza, crisis inflacionaria y creciente desconfianza en los modelos democráticos occidentales.
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En Norteamérica, destacan las elecciones en Estados Unidos, donde el actual presidente Joe Biden buscará la reelección enfrentándose a un candidato republicano aún por definir, aunque las encuestas internas favorecen al exmandatario Donald Trump.
México también será protagonista con elecciones en junio, donde Claudia Sheinbaum podría convertirse en la primera presidenta de México, enfrentándose a la candidata conservadora Xóchil Gálvez.
En Sudamérica, Venezuela se prepara para unas elecciones sin fecha determinada, mientras Uruguay tiene previstos comicios en octubre.
En Europa, Rusia encabeza la lista con elecciones presidenciales en marzo, seguido por otros 28 países, incluyendo Alemania, Francia, Italia y España, que celebrarán comicios en junio.
Asia también se suma a este extenso proceso electoral, destacando las elecciones en Corea del Sur en abril, Taiwan en enero, y la India en una fecha aún por determinar, donde el primer ministro Narendra Modi enfrenta cuestionamientos sobre sus políticas hacia la minoría musulmana.
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África, por su parte, vivirá un tercio de sus países participando en elecciones presidenciales, legislativas o locales.
Sudáfrica, Senegal, Namibia, Mozambique, y Botswana son solo algunos de los países africanos que tendrán elecciones en 2024.
En Oceanía, destaca la participación de Palau en noviembre y las Islas Salomón en abril.
Con elecciones programadas en países tan diversos, este año se presenta como un periodo crucial para la estabilidad global, con el control de flujos migratorios y la integración económica en juego en América Latina, y con tensiones geopolíticas en Europa y Asia.
El 2024 no solo será recordado por la cantidad sin precedentes de elecciones, sino también por la complejidad de los desafíos que enfrentarán los líderes electos en medio de un mundo en constante cambio.