A 17 años de aquél 11 de diciembre de 2006, el entonces presidente Felipe Calderón anunció el inicio de una ofensiva militar contra el crimen organizado. Esta se extendió durante todo su sexenio y tuvo graves consecuencias para el país.
La decisión de Calderón implicó desplegar a miles de soldados y marinos en varios estados del país, especialmente en los más afectados por la violencia del narcotráfico. Estos eran Michoacán, Chihuahua, Baja California y Tamaulipas, fue una respuesta a la creciente amenaza que representaban los cárteles de la droga, que habían aumentado su poder y su capacidad de fuego.
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Calderón argumentó que su objetivo era recuperar la seguridad y la paz para los mexicanos pero a 17 años de eso, no hay resultados concluyentes. Aseguró que contaba con el apoyo de Estados Unidos, que le proporcionó recursos y asistencia técnica a través de la Iniciativa Mérida.
Se trató de un plan de cooperación bilateral para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.
¿Cambió la cooperación entre México y EEUU contra el narcotráfico?
La Iniciativa Mérida fue un programa de asistencia de seguridad que se estableció en 2008 entre los gobiernos de México y Estados Unidos. Tuvo el objetivo de combatir el crimen organizado y el narcotráfico. Tras 13 años de vigencia, ambos países acordaron reemplazarla por un nuevo marco de cooperación, más acorde con las prioridades y necesidades actuales.
La Iniciativa Mérida surgió como una respuesta al aumento de la violencia y el poder de los cárteles de la droga en México. Estos amenazaban la seguridad y la estabilidad de ambos países. El entonces presidente de México, Felipe Calderón, solicitó en 2007 mayor cooperación de parte de Estados Unidos para enfrentar el problema.
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Por su parte el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, accedió a brindar recursos y asistencia técnica a través de un plan de cooperación bilateral.
El acuerdo se basó en el concepto de “responsabilidad compartida” en la lucha contra el narcotráfico:
México se comprometió a combatir la corrupción, fortalecer el estado de derecho y reformar el sistema de justicia. Por su parte, Estados Unidos se comprometió a reducir la demanda de drogas, el tráfico de armas y el lavado de dinero.
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Fases de la Iniciativa Mérida
La Iniciativa Mérida contó con fondos por unos 3.300 millones de dólares, aprobados por el Congreso de Estados Unidos, durante 13 años. El programa se dividió en tres fases, cada una con diferentes ejes y objetivos:
- La primera fase (2008-2010) se enfocó en equipar y capacitar a las fuerzas de seguridad de México. Además mejorar la cooperación e intercambio de inteligencia con Estados Unidos y capturar y extraditar a los líderes de los cárteles.
- La segunda fase (2011-2017) se amplió para incluir cuatro pilares: fortalecer la presencia y el profesionalismo de las instituciones de seguridad. Mejorar el sistema de justicia y el respeto a los derechos humanos. Modernizar la frontera y facilitar el comercio y el tránsito, y construir comunidades resilientes y prevención del crimen y la violencia.
- La tercera fase (2018-2021) se ajustó para adaptarse a los cambios políticos y sociales en ambos países. Se centró en consolidar los avances logrados, apoyar la implementación de la reforma de justicia penal, fortalecer la cooperación regional y transfronteriza, y promover el desarrollo social y económico.
La Iniciativa Mérida tuvo algunos logros, como la captura de varios capos del narcotráfico. Además la entrega de equipos y tecnología a las fuerzas de seguridad, la capacitación de miles de policías, fiscales y jueces. También la modernización de la infraestructura fronteriza, y el apoyo a programas de prevención y atención a víctimas.
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Sin embargo, la Iniciativa Mérida también tuvo varios desafíos y críticas, como el aumento de la violencia y la inseguridad. Además de la violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad, la falta de coordinación y transparencia entre las autoridades.
También la persistencia de la corrupción y la impunidad, y la insuficiencia de los recursos y la asistencia.
La renegociación de la Iniciativa Mérida
Ante este panorama, los gobiernos de México y Estados Unidos decidieron negociar un nuevo acuerdo de cooperación en materia de seguridad. Este sustituirá a la Iniciativa Mérida y se adaptará a las prioridades y necesidades actuales. El nuevo marco se llama “Marco bicentenario México-Estados Unidos para la seguridad, salud pública y comunidades seguras”.
Este se basa en los principios de soberanía, respeto mutuo, corresponsabilidad y confianza. Busca ampliar la cooperación más allá del tema del narcotráfico, e incluir otros aspectos.
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Algunos de esto son la salud pública, la migración, el medio ambiente, el desarrollo económico y social, y el fortalecimiento de la democracia y el estado de derecho.
Aún está en proceso de negociación y definición, y se espera que se anuncie oficialmente en los próximos meses. Mientras tanto, la Iniciativa Mérida sigue vigente, pero con una menor asignación de recursos y una menor intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de México.
A 17 años del inicio de los cuestionamientos de la estrategia de Felipe Calderón
La estrategia de Calderón también fue cuestionada y criticada por diversos sectores, que señalaron que se trataba de una guerra sin una planeación adecuada. Resaltaron que carecía de una coordinación efectiva entre las autoridades federales, estatales y municipales, y, además, sin un respeto a los derechos humanos de la población civil.
Los resultados de la guerra contra el narco a 17 años de que comenzara, fueron desalentadores. Según cifras oficiales, durante el sexenio de Calderón se registraron más de 100,000 homicidios y 22,000 desaparecidos, la mayoría relacionados con el crimen organizado.
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También se documentaron numerosos casos de violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad, como ejecuciones extrajudiciales, torturas, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas.
La guerra contra el narco a 17 años de su inicio, también provocó una reconfiguración del mapa criminal del país. Llevó a fragmentar y debilitar a algunos cárteles, como el de Juárez, el de Tijuana y el del Golfo, pero también a fortalecer y expandir a otros, como el de Sinaloa, el de los Zetas y el de la Familia Michoacana. Asimismo, generó una mayor violencia e inseguridad, al desatar una ola de enfrentamientos, extorsiones, secuestros, robos y otros delitos, que afectaron a millones de mexicanos.
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A 17 años de la declaración de guerra contra el narco, el problema del crimen organizado sigue vigente y desafiante en México. Las autoridades actuales han optado por una estrategia diferente, basada en la prevención, la atención a las causas sociales y el diálogo con los grupos armados. Sin embargo, los resultados de esta nueva política aún están por verse, y los reclamos de justicia y verdad por las víctimas de la guerra de Calderón siguen pendientes.
