La zona fronteriza de Chiapas, México, se encuentra en una crisis sin precedentes debido a los crecientes conflictos territoriales entre bandas de narcotraficantes, dejando a más de 280.000 habitantes atrapados en un contexto de violencia y bandas criminales, este delito de reclutamiento forzado.

Los cárteles, como parte de su estrategia para controlar la frontera sur del país, han incrementado sus actividades y aumentado el reclutamiento forzoso de población.

Los testimonios de familiares revelaron que las personas fueron obligadas a protestar en las calles, encabezar manifestaciones de apoyo a tal o cual grupo y, en algunos casos, actuar como asesinos.

Los cárteles, han incrementado sus actividades y aumentado el reclutamiento forzoso de población.

El 23 de septiembre, un grupo de hombres y mujeres fueron obligados a reunirse al costado de la carretera en la comunidad de Chamic, uno de los pasos fronterizos entre México y Guatemala.

Con mochilas al hombro y el rostro cubierto, fueron filmados mientras camionetas transformadas en tanques de guerra desfilaban con hombres armados, para mostrar su fuerza y ​​declarar la guerra a las bandas rivales, Jalisco Nueva Generación (CJNG).

280 habitantes atrapados entre los carteles de la droga en Chiapas

Las personas atrapadas en estos enfrentamientos no han podido abandonar la zona durante dos semanas. Los enfrentamientos y la presencia de grupos armados han provocado un asedio que impide el acceso a alimentos, combustible y servicios básicos. Además, se produjeron cortes de energía en líneas eléctricas y líneas de comunicación.

La mayoría de los municipios afectados, como Frontera Comalapa, Chicomuselo, Motozintla, Siltepec, Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero, La Grandeza y El Porvenir, se encuentran en medio de conflictos territoriales entre cárteles, lo que ha provocado que más de 280.000 personas se encuentren afectadas. atrapados en esta crisis.

280.000 personas se encuentren afectadas. atrapados en esta crisis

Los testimonios de personas atrapadas en la guerra son desgarradores. Los informes indican que algunas personas fueron obligadas a participar en controles de carreteras y a participar en conflictos. Quienes se nieguen a participar serán multados y quienes participen voluntariamente serán compensados ​​económicamente.

Sin embargo, al no lograr sus objetivos de reclutamiento voluntario, las corporaciones los desalojaron por la fuerza.

“Sacaron a mi cuñado de su casa, lo llevaron al parque central de Siltepec. Ahí tienen a los hombres, les preguntan si saben disparar. Los están armando y obligando a enfrentarse.”

Ángeles Mariscal documenta reclutamiento forzado en Frontera Sur.

La situación es que los grupos criminales utilizan a la población como escudos humanos en la guerra que libran.

Autoridades estatales y federales han restado importancia a la gravedad de la situación, pero docentes de las regiones 7 y 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) han suspendido sus labores y abandonado la región debido a amenazas criminales.

Violencia, asesinatos, secuestros, amenazas y privaciones por parte de grupos criminales.

La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas y la Diócesis de Tapachula también emitieron comunicados denunciando la crisis que viven las comunidades de Chiapas debido a la violencia, asesinatos, secuestros, amenazas y privaciones por parte de grupos criminales provocados por una organización.

La situación en la región fronteriza de Chiapas es terrible y la gente sigue atrapada en medio de un violento conflicto territorial entre cárteles de la droga, mientras las autoridades trabajan para restablecer la paz y la seguridad en la zona.

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