¡Marcelo se va… se va… se fue! Piensa que emulará los pasos de López Obrador. Que formará su Movimiento, que legisladores se separarán de Morena y formarán una bancada para él, después un partido y nadie, nadie lo va a detener para llegar a la boleta. Marcelo perdió todas sus oportunidades, por disciplinado, por buena onda o por “lentejo” y esta, vía, sin duda, es la menos viable.
¡Marcelo se va… se va… se fue! A convertirse en un Dante Delgado II. Eso en el mejor de los escenarios, porque no le da para ser un Andrés Manuel. Por supuesto que está en su derecho, el tema es que no le va a alcanzar para hacer lo que sueña. Porque la base de personas que lo impulsan y el poder económico, político y hasta armamentista de estas, es mucho menor.
Sí le da para ser un Dante, pero nada más.
¿Su pecado? No darse cuenta de que a Lopezcraist, nuestro señor… presidente, lo que menos le falla es la memoria. Le cobró las cuentas de 2015 y las previas, así como a Rosario Robles le cobró las de 2004 y 2012.
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No hay más que hablar de Marcelo Ebrard, el de México. Ahora mejor hablemos del “Marcelo de Puebla”, porque tengan la certeza de que habrá uno.
El o la que quiebre a Morena desde adentro.
El tamaño de su estructura y de las carteras que le respalden, si no le benefician con la candidatura, será directamente proporcional al daño que genere al romper con la 4T. Porque queda una vía para contender, es Movimiento Ciudadano, el tema es qué tanto se va a llevar y cuánto daño va a ocasionar.
¿Si se fuera Julio Huerta, se llevaría completa a la estructura que presumió ayer?
¿Si fuera Nacho Mier, se llevaría no solo la estructura que asumimos que tiene ya, sino las carteras que lo acompañan?
¿Y si fuera Alejandro Armenta, se llevaría a todos los operadores que tiene en el estado?
Obvio entre más compromisos tengan y más gastos hayan realizado, mayor será el coraje. Por ende, mayores las posibilidades de seguir los pasos de Marcelo, no digo que con Marcelo, solo de seguir sus pasos.
Judicializará el proceso, sacará a relucir los errores jurídicos o financieros de la o el beneficiario y quebrará a Morena. Porque si con las corcholatas originales, no hay suficientes posiciones para negociar y hacer la famosa “operación cicatriz”, en lo local, menos.
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