CIBERNÉTICOS 1025
Posted inEl Cuarto Propio

¡Gracias por ser mamá!

¡Gracias por ser mamá! Escribe Pilar Trejo
¡Gracias por ser mamá! Escribe Pilar Trejo

Sirva esta columna para hacer un gran reconocimiento a la resiliencia de las madres después de enterrar a sus hijos. ¡Gracias por ser mamá!

La muerte no es fácil para nadie, sin embargo con el pasar del duelo, creo que es más complicada para quienes han perdido a un hijo. Porque, en teoría deberían haberlas enterrado a ellas. 

Aunque metafóricamente mi madre, la que conocí por 37 años, se enterró con su hijo aquel día. 

Cuando mi hermano murió, fui yo la que le dio la noticia a mi madre. Jamás olvidaré que se desmoronó como hoja de papel entre mis brazos, y desde ahí, es donde escribo.

Pilar y Aldo Trejo con su mamá.
Pilar y Aldo Trejo con su mamá.

Abrazar a quien ha perdido un hijo es un acto en donde el dolor y la amargura te trastocan el alma. No sé si ese día me morí un poco con mi hermano, y otro poco con lo distinta que ahora es mi madre. Pero tampoco volví a ser la misma. 

La vida ha sido un constante devenir de altas y bajas, más bajas en el camino de acompañar a una madre que ha perdido un hijo, con un dolor que carcome el alma y destroza el cuerpo. Una madre que ha perdido la esperanza, esa que el universo le quitó al enterrarlo, porque con eso, se enterró en vida.

El acompañamiento para todos y todas las hijas que nos quedamos no es fácil. Es duro, pero de a pocos y con amor, ese que todos los 10 de Mayo decimos tener por nuestra madre, se va caminando con ellas. 

La mía como muchas madres, en un acto valiente se ha levantado todos los días, con la fuerza del amor que tiene por un hijo que partió y el amor que le queda en algún rincón de su alma para volver a sonreír día a día y de a poco.

De ahora en adelante es complicado decir “Feliz dia de las madres”, porque se que en su alma siempre faltará una parte de ella, pero me basta con decir “Gracias mamá”, por tu constante lucha, por tu resiliencia pura y por la complicidad de reconstruirte a mi lado, porque perdimos más que un hijo, perdimos un hermano, un padre y un amigo, y sirva este escrito para decirte que si tu estás en este proceso, el dolor eventualmente se transformará, que nunca dejará de doler, pero que habrá días en que sonrías más y que el amor que te hizo convertirte en madre será la fuerza motora para levantarte todos los días.

A ustedes mamás, gracias por su resiliencia… 

Con amor.

La persona que las ha visto resurgir de las cenizas.

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