¿La ausencia también es mensaje? Sí.
¿El silencio es una señal? Por supuesto.
¿Las presencias validan? Claro.
¿A qué atribuyen la ausencia de Alejandro Armenta y Nacho Mier en el Desfile del 5 de Mayo en Puebla?
Primero, la razón obvia, no nos hagamos bolas.
¿A qué me refiero? Pues a que Lopezcraist, nuestro Señor… presidente, por ningún motivo iba a compartir dos, o tres, o cuatro, o cinco horas de su vida con Norma Piña y la mejor manera de no tener que verle la cara a la Presidenta del Poder Judicial y no entrar en confrontación directa con ella, era no emitiendo invitación tampoco a quienes presiden el Poder Legislativo.
Salomónico, tal salomónico como se debe ser cuando llegas a una tierra gobernada por un hombre de nombre Salomón.
Y para no quedar como el “desinvitado”, el presidente del Senado, Alejandro Armenta se fue rápido, rapidito a Nueva York.
Debo confesarles que no entiendo para qué van los políticos mexicanos a Estados Unidos a reunirse con los hermanos migrantes. A decirles ¿qué?
“¡Ay, ya no hay 3*1! Es más, yo voté por su desaparación, pero ¡vamos a desfilar y a que me vean todos por aquí!”
“¡Pues no, no hemos hecho nada por legislar las diputaciones migrantes, pero vengo a pedirles apoyo para mi campaña del próximo año!”.
“¡Sí caray! Hay un subregistro de migrantes de desaparecidos, pero ¿qué les parece si se registran para votar el próximo año y lo hacen por mí?”
Y esto no lo digo solo por el senador Alejandro Armenta, sino por todos y cada uno de los políticos que van a Estados Unidos. ¿En verdad están cumpliendo con la agenda migrante? ¿O solo están viajando a ver a los mexicanos en el país vecino a costa del herario para… convivir con ellos?
La ausencia de políticas públicas para ellos también es un mensaje. Espero que ellos lo entiendan.
En fin… el punto es, Alejandro Armenta no estuvo en Puebla, tampoco Nacho Mier, ni María Luisa Albores.
Sí estuvo Claudia Sheinbaum, quién dijo que el que Julio Huerta sea su coordinador en Puebla no le garantiza nada. Aquí el mensaje fue claro y contundente.
Sí vino Marcelo Ebrard, a quien ya le urge meter tercera en su campaña por la candidatura de Morena a la Presidencia y a quién le han pedido esperar a la elección del Estado de México para presentar su renuncia.
También estuvo Adán Augusto López, quien tapizó ya Puebla de espectaculares y entregó propaganda a lo largo del desfile.
El primer mensaje está en las presencias y ausencias de corcholatas. Hay tres finalistas, siempre los hubo, son Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Agusto López. Párenle de contar.
El segundo es que la prioridad es elegir a la o el candidato a la Presidencia, de ahí vendrán todos los demás, pero la prioridad es una y es clara.
El tercer mensaje está en el gran, gran espaldarazo que recibió el gobernador Sergio Salomón tras el anuncio del paquete de obras para Puebla. Luego de cinco años de castigo presupuestal para el estado, por fin vamos a ver obras importantes. Buena falta le hace esa derrama a nuestra golpeada entidad.
Además es una buena manera de retornar un poco de lo que se nos fue de las manos por el nuevo hoyo financiero que nos tiene en graves aprietos.
¿Quién será el candidato a gobernador? Eso puede esperar.
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